12 diciembre 2012

Beautiful Day

6 de diciembre del 2000. Camino por la calle, disfrutando del frío tan característico de Toluca. Estoy contenta, veré a mis amigas para comer waffles y tomar café, estamos por salir de vacaciones en la facultad, me fue bien en los exámenes, acabo de ver a mi novio y... es mi cumpleaños. Mientras camino me embarga una sensación de satisfacción, de esos breves instantes donde sientes que si te llegara la hora podrías partir tranquilo. Me siento valorada, amada, motivada y veo el futuro con optimismo.

Muchas cosas han cambiado desde entonces, me gradué, trabajé, entré a la maestría, volví a la escuela (ahora para dar clases), salí de la maestría, entré al doctorado... dicho así parece avance; estando en estos zapatos a veces uno se siente estancado. Eso de tener treinta y pico y seguir estudiando, sin auto, casa, o donde caerse muerto pues... sí genera cierto estrés. Claro que por otro lado he podido viajar un par de veces fuera del país, concederme mis gustitos y saber que nada me ata a ningún lado.

Obviamente hay personas de aquel ayer que ya no están conmigo, otras (las más, las más importantes quiero decir) han permanecido. Formo parte de un círculo que sé que es muy fuerte, que a pesar del tiempo y la distancia seguirá uniéndonos, que crece, además; con nuevos integrantes a medida que cada una de nosotras va encontrando a su cada cual. En el camino he encontrado un par de hermanas, no de sangre pero no por ello menos hermanas, la presencia de ellas y el club de araña tejedora (como acabo de bautizar) ha enriquecido mi vida con sus enseñanzas, son mis maestras de vida. Llegué además, a un sitio donde me siento en casa, un nicho especial, encontré a mi tribu, otra suerte de clan.

He tenido mis pérdidas, sí. Y en su momento he sabido o no llevarlas, negarlas, llorarlas, aceptarlas, enfrentarlas, dejarlas ir. Varias son la causa y pretexto para llegar a donde estoy, para decidirme a escribir, para que me guste la foto, para andar en bicicleta, para subir montañas. Me han hecho crecer, lo cual agradezco; ahora soy más asertiva, más clara, más empática creo, incluso, más valiente. Me han preparado para la llegada. Un arribo que esperaba desde hace tiempo pero que ha ocurrido en el momento justo, ni antes, ni después. Que implica una serie de cambios importantes, radicales. Que exige mucho de mí pero creo estar lista.

Así cierro este año, a 12 años de aquel 6 de diciembre, vuelvo a sentirme motivada, valorada, amada, emocionada... casi satisfecha. 


13 agosto 2012

Una fría mañana de agosto

Una fría mañana de agosto como cualquier otra salí a apropiarme de la ciudad... en bicicleta. 

Disfruto andar en bicicleta desde que aprendí a utilizarla, allá en mi tierna infancia cuando mi mamá me sostenía la parrilla trasera para mantener el equilibrio y al echar una ojeada para atrás mamá ya no estaba ahí, era yo y sólo yo quien mantenía el precario equilibrio de la situación. De mis primeros triunfos dar la vuelta sin caer, o frenar (sin caer también). Poco a poco adquirí experiencia e incluso algo de habilidad, como aquella ocasión donde por puro instinto pude brincar un tabicón a mitad de la calle (de esos que los chamacos usan para marcar sus porterías) o cuando bajando una duna de arena que recién habían recortado para adivinen... ¡hacer una portería! no me partí la maceta en pedacitos, lástima que la misma suerte no puede contar la vecinita con la siempre salía a andar en bici ya que en ambas ocasiones ellas sí salió con varios moretones (creo desde ahí a su mamá ya no le caí bien).

Andar en bici siempre ha sido cuestión de goce, nunca de deporte. Sentir el viento en la cara mientras ves el mundo pasar es de las mejores cosas en el mundo (síndrome de perro casero que le dicen) y no, no es lo mismo que andar en auto con la ventana abajo o en moto. El caso es que no había valorado a la bicicleta como medio de transporte. En una ciudad donde los embotellamientos, las marchas y en general, la caótica dinámica hacen que llegues tarde a todos lados o bien tengas que salir adelantado por horas, la bici aparece como una opción (con sus limitantes, claro). Por supuesto una cosa es pensarlo y otra hacerlo porque  me di cuenta de que no sé andar en bicicleta... en el sentido de saber como comportarme como ciclista y además acompañado del temor ¿cómo me voy a aventar a andar en bicicleta sol@? ¿y si me avientan lámina? ¿qué ruta será la mejor para llegar a tal o cual lado? 

Esos temores fueron superados en gran parte el fin de semana anterior, al salir con un grupo de ciclistas con los que recorrí cerca de 75 km de la Palma de Reforma hasta Texcoco (y de retache), tomando distribuidores viales, subiendo y bajando puentes, enfilamos por la autopista de cuota y parte de la federal. Recobré confianza con esta salida, no he perdido del todo la habilidad en la bicla (no se me ha quitado lo vago, pues) y esa confianza la ocupé hoy para irme por mi cuenta el día de hoy de mi casa a Reforma, al Paseo Ciclista. Lo he disfrutado enormemente, pero sobretodo he disfrutado la ciudad, esta, que ya siento más mía que aquella donde nací. El día nublado, el ligero frío que se sintió, y un poco de buena música fue el complemento perfecto para regresar más que satisfecha a casa. Un mundo nuevo se abre ante mis ojos y los pretextos para salir con la bicicleta se antojan diversos y harto entretenidos desde los paseos cada martes con Mujeres en Bici, ir a buscar lugares para comer con BiciGourmet, o participar en las propuestas del colectivo Insolente. ¡Mucho qué hacer y mucho que aprender! Por lo mientras tengo lectura para rato con el Manual del ciclista urbano porque todo se disfruta mejor con responsabilidad. 

Y como dice Freddie: "All I wanna do is bicycle, bicycle, bicycle!"



28 junio 2012

Persona


"Baila, baila, de otro modo estaremos perdidos" 

                                                Pina Bausch



Pasó que una tarde sin muchas expectativas me dio por regalo haber visto Pina, el documental de Wim Wenders. Pasó, además, que salí de allí como en un dulce trance, mezcla de melancolía, algo de angustia pero también mucha hambre y sed... de vida.

Pasa que hoy tuve otro de esos regalos, ir al espectáculo de danza de la compañía de Tania Pérez-Salas en Bellas Artes. Sí, también me provocó esta suerte de trance, que, debo decir me gusta estirar lo más que se pueda y busco por cualquier medio prolongarlo, saborearlo, como chicle; por lo mismo suelo caer en un mutismo que pudiera ser malinterpretado. Puro placer egoísta. 

Aún rezumo sensaciones... Sensualidad, abandono, gozo, vuelta al origen, incubación. Disfruto... SER, así, sin más. Y prolongaré esa sensación lo más que se pueda.

30 junio 2011

Last Tango in Ticoman

*Escuish, escuash*
Los tenis rojos completamente mojados, voy sorteando charcos, buscando reflejos que revelen la desigualdad por la que es confiable caminar. Sensación de pies entumidos. Recuerdos de campamentos lluviosos, la dicotomía de pies fríos, torso caliente que es al mismo tiempo agradable/desagradable. A mi piel le hace bien la humedad, las mejillas se enrojecen, los cabellos se ensortijan, los músculos se reaniman, tengo urgencia de movimiento.

Me acompañan el olor a tierra mojada y sauce. Y la "Balada para un loco", o para una loca.

Melancólica, arrebatada, encorajinada, nostálgica.

Que traigo una tristeza dulzona. Como tango.

27 junio 2011

Marinero que se fue a la mar


Dicen que primeras impresiones nunca se olvidan. De creer esto mi vida hubiera transcurrido sin varias personas que hoy considero valiosas.

Me gusta tener las cosas y situaciones lo más que se pueda bajo control, odio los cabos sueltos, odio los inconvenientes, así que prefiero saber a qué atenerme cuando conozco a alguien, por eso hago lo que la mayoría de nosotros hacemos (y no me juzguen por ello, estoy intentando cambiarlo) que es hacerse una idea de qué tipo de persona tengo enfrente, dicho de otro modo: juzgo en la primera impresión.

Afortunadamente (para mí) no me caso con esa primera impresión, y paradójicamente cuando dejo que las cosas/situaciones salgan de mi control es cuando cambia para bien. Cuando me dejo de angustiar porque salgan lo mejor posible es cuando realmente van lo mejor posible. Así quien en un momento dado consideré mamil@, soberbi@, floj@ vino a callarme la boca para descubrir a alguien que en realidad era tímid@, reservad@ y administrad@. Y eso simplemente ocurrió, no recuerdo cómo, ni cuándo, sólo sé que un día mire a un lado y resulta que llevaba camino recorrido a mi lado. Y ha resultado que se vuelven personas entrañables.

Lo verdaderamente difícil en mi caso es eso, soltar amarras, ya antes por dejar la barca a la deriva he llegado a aguas turbulentas... y no estaba preparada. Tal vez nunca lo esté. En este momento de mi vida siento que tengo todo bajo control, pero al mismo tiempo que no va como debiera... ¿será que tengo que levantar ancla y hacerme de nuevo a la mar? ¿dejaré que sople el viento para ver a que puertos me lleva?



26 abril 2011

Me acuerdo
























Me acuerdo de un cielo rosa y naranja... cielo cálido en pleno invierno, una mano caprichosa trazó las líneas en el cielo y luego trató de borrarlas, pero las nubes tienen memoria y se quedaron ahí, difuminadas y coloreadas de salmón y violeta, yo las vi mientras viajaba en la parte posterior de una pick-up, otros dos pares de ojos también disfrutaron del espectáculo. Tras un día lleno de emociones y satisfacciones regresábamos a la terminal para concluir el recorrido. Dejábamos Paquimé y nos dirigíamos a Cuarenta Casas.

Fue un viaje liberador, al principio iba tensa pues tenía la responsabilidad de la travesía completa: qué, cuándo, cómo, cuánto... hasta que me hicieron notar mi estrés y caí en la cuenta de que no tenía sentido no disfrutarlo... solté amarras, regresé con la confianza de ser capaz no sólo de planear un viaje sino de poder lidiar con las vicisitudes que se presentaron ¡y vaya que se presentaron! acampamos cerca de Madera, Chihuahua; el primer día "perdimos" un miembro del equipo: al bajar por una pendiente Karla sufrió un esguince que le obligó regresar a Chihuahua capital. Las demás continuamos, pero con el espíritu minado. El campamento continuó y concluyó con una fiesta de fin de año, después venía la verdadera aventura, la que estaba bajo mi completa responsabilidad. Recuerdo haber renunciado a mi propósito por solidaridad con Karla, junto con ella se regresaba la mitad del grupo, realmente a mí no me importaba mucho renunciar al viaje que había planeado. Pero hubo alguien que se empecinó en continuar, porque no había viajado hasta allá en "vano". Siendo puras chicas entre 18 y 20 años la posibilidad de que se fuera sola (como era su deseo) era más que irresponsable, la jefa la acompañaría, ahí decidí que si de todas maneras habría quien realizara el viaje que YO planeé sería muy bobo no acompañarlas; además, yo tenía el itinerario de corridas y rutas. Hubo una ruptura ahí, fue palpable, no nos perdonaron ser tan egoístas y creo que yo tampoco se los hubiera perdonado de haber estado en los zapatos de Karla, sin embargo y por mal que se lea, lo volvería a hacer.

Así el grupo original de siete se convirtió en tres, tomamos un autobús rumbo al norte del norte. Cuando llegamos al pueblo cercano a Paquimé pasaba de la hora de la comida, tuvimos que conseguir transporte como se pudo para ir a la zona arqueológica. No podría plasmar en palabras la impresión que me causó estar ahí, llegar a la meta del viaje, una mezcla de admiración y lástima, emoción y tristeza. Hubo el tiempo justo para recorrer la zona y tomar algunas fotos, una de ellas es de mis más preciados tesoros. Para el regreso nos encontramos con que ya no había transporte, y pedimos aventón; en retrospectiva creo que es de las cosas más arriesgadas que he hecho, y ahora se antojaría impensable. Ahí, en la caja de la troca Paquimé nos despidió con un cielo rosa impresionante. Llegamos a la terminal, sorpresa: ya no hay corridas, pasamos la noche en la terminal, suerte de llevar sleepings. Temprano por la mañana tomamos el camión hacia Cuarenta Casas.

Ya de vuelta en Chihuahua abordamos el "Chepe" con destino Los Mochis, yo ya iba completamente relajada pues... ¿qué podría salir mal? ah... nada... sólo que el tren te deje... en Barrancas del Cobre te dan unos minutos para comprar y, por supuesto ir al mirador, 15 minutos máximo, el tren anunció que comenzaría su marcha con un silbatazo y yo me subí, asumí que mis compañeras ya estarían en su lugar... craso error, el tren comenzó a avanzar corrí al final del tren y alcancé a ver como ellas apenas iban hacia las vías, no corrieron, de hecho estaba muchísimo más preocupada yo que ellas... como pude comprobar cuando se subieron en la siguiente estación. Resulta que es algo que pasa frecuentemente y siempre hay camionetas dispuestas a llevarte a la otra parada para que alcances el tren. Ahí aprendí otra lección (que por lo visto ya había olvidado) si ellas no estaban preocupadas... ¿yo por qué tenía que estarlo?, es tonto y es desgastante y no se gana nada, ni se resuelve nada.

El final del viaje fluyó... barrancas espectaculares, cielos atascados de estrellas, el sonido reconfortante del tren... recuerdo que no hablábamos, cada una iba absorta en sus pensamientos y en el disfrute del paisaje. No hablamos ni siquiera en el autobús de Los Mochis a Toluca... tal vez cada una iba recordando y reviviendo cada parte del viaje...

Lúdico


Ahora lo sé, mi afán por la fotografía además de la ilusoria sensación de poseer cachitos de tiempo es transmitir emociones: sentir y hacer sentir.

Hace ya varios años poseía una cámara de 35 mm, normalita, sin opciones, sin embargo me regaló buenas fotos, después adquirí una cámara digital compacta, la inmediatez y la no-limitación me permitieron empezar a experimentar y obtener uno que otro buen resultado... pero quería más. Así fue como adquirí mi Nikon Point & Shoot... sí, le zacatée a una reflex hecha y derecha. He aprendido con mi Nikon, ya estoy más familiarizada con velocidades y aperturas aunque no puedo hacer enfoques manuales ni probar con diferentes lentes pero eso, a veces, es hasta una ventaja :P

Y bueno uno pensaría que mi próxima compra ahora sí sería una reflex... sí, lo tengo presente, pero no, no fue eso lo que compré. Sucede que me tomo las cosas demasiado en serio y al mismo tiempo demasiado a la ligera, o sea, me gusta tomar buenas fotos y busco mejorar... pero en el momento que me estanco pierdo el entusiasmo fácilmente; así que fui y me compré una Holga. Limitada de enfoque, de apertura, de velocidad... completamente de plástico, una cámara "de juguete". A mí me parecen cámaras sin pretensiones, restringidas es aspectos "técnicos" pero que te dan gran libertad en la construcción de la foto: que si el filtro casero, que si la plantilla, que si la doble exposición, que si la panorámica; con las Holgas hay que dejar un poco al azar... y ser pacientes, uno no siempre obtiene el resultado que quiere, pero eso también esta bien, así pensaré dos veces antes de hacer un click.

Ahora sí: juguemos

12 abril 2011

Mátenme porque me muero


Así rezaba una pinta en mi salón de clases de la secundaria. Yo aún no había escuchado la canción, (no tenía gurú musical, mis únicas referencias eran mis padres y mis compañeritas que se emocionaban con Luis Miguel) y la verdad, fuera del contexto la frase me pareció bastante estúpida. La pinta y la frase me parecieron uno más de aquellos actos de rebeldía burda incomprensible para mí.

Después vinieron tiempos mejores, la preparatoria sí fue todo Fobia y Maldita y Café Tacuba y por supuesto: Caifanes. Los cachondos, los desmadre, los autóctonos y los místicos.

Al rancho casi no iban los grupos a tocar, porque salvo la plaza de toros y el parque de béisbol no había foro y para unos chamacos de 15 a 17 años provincianos estaba bastante peliagudo lanzarse por medios propios a cualquier concierto en la capirucha, nos conformábamos con los festivales que organizaba el refresco de cola, (aunque nada que ver). Además justo por aquellas épocas es cuando empezaron los problemas en el grupo. Así que sí, el concierto del sábado en el Vive Latino fue un anhelo cumplido además de un viaje al pasado.

Los años han pasado y ahora sí tiene sentido decir: Mátenme porque me muero.




P.D. Mi top 5 de canciones de Caifanes (no necesariamente en ese orden): Para que no digas que no pienso en ti, Nubes, Mátenme porque me muero, Detras de ti, Hasta morir.






30 marzo 2011

Me acuerdo

Me acuerdo de pláticas bobas en el autobús (hasta atrás como placa de trailer), de incomodar a los pasajeros con nuestras risotadas. De Lemon Tree y Supergrass. De que te gustó RuPaul y tuve que informarte que era hombre. De visitas a Discolandia cuando no nos alcanzaba ni para un sencillo. De que eras fan de Smashing Pumpkins. De bailoteos espontáneos. De amistades con intenciones veladas. De elegir futuros. De, como en otras ocasiones dejar el camino libre. De la cinta que me obsequiaste. De que te presté mis apuntes de geometría y no me los regresaste. Recuerdo muchos momentos buenos. Lo que no recuerdo es como comenzó nuestra amistad, ni como terminó. Sólo sé que escuché esta canción y me acorde de ti.

12 mayo 2010

Tuitficciones

Pues que es el Festival de Los mil y un insomnios en el CTE (Centro Toluqueño de escritores), y tuvieron la genial idea de crearse una cuenta de twitter a donde uno puede participar con sus microficciones, obviamente con todo el rigor de los 140 caracteres, o hasta menos porque entre @milyuninsomnios y el título de tu microficción te "vuelan" 20 caracteres.
La idea harto me gustó y entusiasmó, y para que no se pierdan en la inmensidad de los trinos electrónicos, las colgaré aquí, de perdis me da un sentido de ilusa "perpetuidad". Sobretodo porque creo que varios de ellos dan para más que una microficción: una minificción (je)

[Día cero] Observo detenidamente el reflejo y no se reconoció. Una nota en el espejo señalaba: "Este eres tú"

[Distraída] Cargaba dos bolsas idénticas, depositó una en el contendedor. A la hora de la comida se dió cuenta de su error

[Pesadilla] Un día soñó que tenía que levantarse temprano, tomar el transporte e ir a la oficina. Ya no despertó.

[Foto] Con el último disparo se volvió monocromática. Se convirtió en un contenedor sin espíritu.

[Día del padre] Mi papá trabaja en una camioneta roja, reparte felicidad. Vende Coca.

04 abril 2010

Un sueño (o cómo el subconsciente se subleva)

Me encontraba en un lugar de descanso cerca de la playa. La casa, donde mis amigas y yo nos hospedábamos, era la del padre de otra amiga. Lo peculiar del lugar es que era una especie de pequeña villa, con su propia tienda, comedor, y una bodega donde guardábamos todas nuestras pertenencias, así es, todas. Aparte del grupo de mis amigas (que éramos alrededor de siete), había un grupo de chicos, presumo también mis amigos (Ya saben cómo es eso de los sueños, no ves los rostros pero intuyes de quienes se trata). Nos retábamos a una competencia, una carrera de barcos, clásico: niños vs. niñas. Pequeño detalle, en el barco iban todas nuestras posesiones, ¡De puras mujeres! así que el peso era considerable. Además, por alguna extraña razón nuestro "barco" era más una barca, al puro estilo de Tom Sawyer; mientras que el de los chicos era más parecido a un galeón. Para acabarla, la capitana de la endeble balsa era yo, y dictaba las órdenes desde la punta del único mástil de nuestra embarcación -¡Largad el trapo!- pero no había progreso evidente. Tomé una decisión -¡Tirad las cosas por la borda!-, no hubo miradas de incredulidad, sólo hasta que el último ropero y el último baúl no se encontraban en la cubierta me di cuenta que nos habíamos quedado sin nada -¡Mis lentes!- mi preocupación y angustia fueron mayúsculas; una mano me extendió mis anteojos, y los anteriores a ellos. Confié. -¡Mi navaja!- exclamé ya con toda la seguridad de que se habría conservado, de que, en quienes confío la habrían conservado. Nuestra barca se perfilaba para ser la ganadora.

Bueno y ¿qué?, que ese día había leído de jerga marítima, había visto a mis amigas (que no veía desde hace meses), que además, desde días atrás traía en la cabeza reflexiones acerca de la felicidad y de cómo nos aferramos a las cosas, sobretodo cómo nos aferramos a una sola cosa: trabajo, familia, pareja, religión, etc. También discutíamos el que a veces, nosotras mismas, nos limitamos en el rol de mujeres, traemos el cliché mujer-esposa-madre en la médula, más como lastre que como parte del todo que somos.Y en cómo al final del día, para salvar los escollos sólo hace falta: liberarte de las cosas que te atan y retrasan, y confiar en las personas en que te rodean.

31 agosto 2008

Miedo

Sí, miedo, hace un año llegué al DF, pero sólo desde hace unos meses para acá he tenido esta ansiedad. No me ha pasado nada de cuidado, y es precisamente eso, el miedo de que me pase... como algo inevitable, como algo que a todos les toca, tarde o temprano. Por lo menos a todos los que vivimos en esta hermosa capital. Justo ayer todos aquellos cansados de vivir en el miedo salieron (salimos) a manifestarnos en contra de la impunidad y la violencia. No quiero ser pesimista (rara vez lo soy) es sólo que no me queda claro qué y quien va a hacer algo. ¿Tenemos que hacerlo nosotros? ¿Cómo? ¿Mediante que vías?

Mucha gente sí, pero también mucho Lacoste y cabellos oxigenados. Muchos lentes Dolce & Gabbana y zapatillas altas.  Mucha gente "bien" pues. Los rostros ajados, la tez morena; los menos. Más bien aprovechando la oportunidad de venta, de globos, de merengues y huaraches, de la camiseta de la marcha, la veladora que más tarde acabaría en la basura o si uno quería ser más práctico del foco portátil. ¿Vivirán también mis rostros de bronce con miedo? 

Entre ellos, los que como yo somos de la media media. ¿Debería yo tener miedo? No tengo cosas de valor material y mi familia menos. Pero eso ellos no lo saben. O sea que soy posible blanco igual que todos. Lo que es intolerable es vivir así. Y me pregunto de nuevo ¿Qué hacer?

Cambios

Post chorero y azotado. Si quieren evitarse la molestia lo entenderé.

Lo único constante es el cambio. En todo y en todos. A veces necesitamos un gran momento para que ocurra, o muy doloroso para adaptarnos o fortalecernos, o muy glorioso para enorgullecernos, para sabernos y adquirir más confianza. Ese ya fue un cambio. Pero muchas otras los cambios empiezan desde mucho tiempo atrás y van pasando lentito como que no quiere la cosa, solo pasando. A paso de gato. Se ocultan entre las sombras y solo a veces si uno esta lo suficientemente atento nos revelan que están ahí. Hasta que un día giras el grifo del agua y ¡zaz! algo ya no es igual. Sigue estando ahí, pero desde otra perspectiva. Cae la última hoja del árbol. Y a veces ocurre que, como todos cambian, a la vuelta del camino puedes encontrarte con un desconocido. Ya me ha ocurrido. A veces la desconocida soy yo. A veces ellos. Y esta pasando otra vez...


Festival Macabro 2008



El viernes fui al Festival Macabro 2008 en la Cineteca. Debo decir que soy neófita en el género, aún así disfrute mucho la triple, sí, triple función (no, no estaban de promoción solo que fuimos lo suficiente enajenadas como para aguantar 6 horas). Este año el festival macabro hace una retrospectiva del director japonés Shinya Tsukamoto, como ya dije yo no sabía ni quién era ni el estilo que posee. Vimos la que, (ahora sé) es una película de culto: Tetsuo. Gráficamente impactante, manejada en blanco y negro le permite utilizar un muy bajo presupuesto para los efectos especiales y que no se vean tan falsos. Aunque mi occidental cerebro (o se lo debo a la carrera?) siempre estuvo tratando de encontrar la relación causa-efecto, creo que al final la encontré y cuando leí la sinopsis me quedo mucho más claro. Tsukamoto explora la relación del ser humano con la modernidad, su adaptación y cambio o mejor dicho, su mutación. La segunda función fue también suya y esta la disfruté mucho más porque no me obligo a unir los fragmentos de la historia (soy floja hasta para el cine). Tokyo Fist, dos amigos separados por las circunstancias y el tiempo coinciden al transcurrir de los años en el interés por la misma mujer, una promesa rota y el desafío del boxeo. Bueno eso y el vacío que cada uno de ellos debe llenar. A momentos me recordó al Club de la Pelea. 

La tercera función fue a cargo de Escandalos Films, un colectivo formado en Tijuana. Uno de ellos Aaron Soto ha llamado la atención del mismísimo Guillermo del Toro pero... a mi no me convenció. Lo que ví fue mucha influencia de Tsukamoto y un corto mezcla de Resident Evil con Soy Leyenda. Tal vez si no hubiéramos visto dos películas de Tsukamoto previamente. Mucho más inquietante fue el corto Hueso que realizó junto con Cathy Alberich (también parte del colectivo), aquí no solo dirigieron sino que además actuaron. Hueso es directo, honesto, y desgarrador. La mancuerna podría dar mucho. La influencia de Cathy es notoria porque la pudimos comparar con uno de sus propios cortos Algesia. Tiernamente macabro y placenteramente romántico. Recomendable. 

Y recomendable el Festival también. Del 5 al 11 de septiembre estará en el Chopo, allá iremos de nuevo. El festival eso sí, me dejo pensando... ¿Porqué nos gusta los macabro? ¿Que extraña fascinación encontramos en huesos, sangre, deformes y otras crudezas? ¿Nos hace brevemente conscientes de nuestra transitoriedad, de nuestra vulnerabilidad?¿O de qué bajo la apariencia todos estamos formados exactamente de lo mismo? No lo sé. Solo sé que me gusta.


18 agosto 2008

Ya me tocaba baño pero...

Pero, no es para tanto. Hoy el agua me invadió. Invadió mi lugar de trabajo. Invadió mi camino. Invadió mis tenis.  Invadió mi cabello... bueno ¡hasta mi ropa caray! y no la que traía puesta (aparte) sino la que estaba tendida en la azotea. Esos remojones obligados son divertidos, pero ¡claro! mientras el agua no sea la que el caño escupe (como ahora) así que traté de evitarla a toda costa, pero perdí, champiñones en los pies seguro. Además de calvicie prematura por la lluvia ácida, mmm aunque la ropa quedará más... más... más gris!!, osea que habrá que volverla a lavar grrr! Lo único divertido es que en el laboratorio hasta nos granizó y nos mojó y nos apedreó y se encharcó y gritamos como locas y y y ...pues como hacía mucho no llovía así había que conmemorarlo con un post. He dicho. 

27 enero 2008

Dia 28

Un listón amarillo para el dinero, otro rojo para el amor. Bien Arropado con destellos y flores. Seguro te ayuda. Seguro te cumple. Uno tras otro, grandes y pequeños desfilan y reciben la bendición. Ahora hay que ponerlo en su altarcito, con unos ajos, una pirámide y una veladora.

Buenas tardes, señores pasajeros, no queremos importunarles, mire; nosotros somos de una casa de rehabilitación, donde a través de la Palabra del Señor…

Una estampa de San Judas se agita colgada de un florero. Bailotea al pasar un bache, al ritmo del reggaeton. Desvío de miradas. Un viejo tose, esputo incluido. A la chica de enfrente se le revuelve el estómago.

… es una casa donde no hay maltratos ni malas palabras. Mire que yo antes me drogaba, hasta llegué a parar al hospital de una sobredosis…

Sube una señora con dos niños en jarra. Le ceden un asiento. El mayor se hurga desesperadamente la nariz, mocos embarrados en un desechable. Suena un celular y la madre contesta: “¡Que onda carnala!, si… si… pues yo le dije que se pusieras las pilas” Parar oído. Mejor el chisme que a los vendedores de pulseritas.

…por eso ahora le venimos ofreciendo estas pulseras mire, que nosotros mismos hacemos, 5 pesitos le valen, 5 pesitos solamente, verlas no le compromete a nada, no me rechace como la mayoría de la gente lo hace; con la venta de estas pulseras nosotros podemos continuar con la rehabilitación de nuestros hermanos…

Manos extendidas. Estatuas de marfil. Hago como que no los veo. Hago como que no los oigo. Las pulseritas están curiosas, pero no quiero que el chilapastroso se acerque. Ya que se bajen. Pensamiento general. Un señor de carnes rebosantes pide parada. Al pasar por el diminuto corredor avienta a un vendedor que maldice por lo bajo. La gota que derrama.

… Muy bien, así lo quisieron. ¡Hijos de su pinche madre! porque ahora se chingan. Esta es Judas, y si no quieren que se los joda empiecen a sacar la lana…

Es muy milagroso. Casos difíciles y desesperados. Pero recuerda agradecer los favores recibidos. Tu diezmito nomás. Cada 28 llevarlo a la Iglesia. Tú sólo ten fe y verás. Ayúdate, que yo te ayudaré.

26 octubre 2007

Filarmonica Rocks


El reloj marcaba la hora, tomé mis cosas y salí corriendo hacia el punto de reunión. Habría que aplicar la técnica del agandalle y mientras tomaba la micro, no pude evitar una sonrisa de oreja a oreja.

Primera llamada, nerviosa, espero a las demás; segunda llamada, mamaces y papaces emocionados y orgullosos de sus prole; tercera llamada, apagan las luces, aplaudimos dando la bienvenida al primer violín, afinan instrumentos, aparece el director, más aplausos, ¿Listos?, ¡Fuera!

Comienza a sonar una estrofa tantas veces escuchada, en muchas y distintas voces al unísono y luego una secuencia en piano inconfundible, nostálgica. "Bohemian Rhapsody", ¡Que manera de empezar! Y así, de pronto, Freddie trompeta, Freddie violín, Freddie flauta y a veces oboe. Por casi dos horas todos aquellos que deseamos alguna vez estar en un concierto de Queen, vivimos la ilusión con un coro joven y dramático, chelistas sexies con shorts extremadamente cortos y buena pierna, otros más con pelucas afro, tenis y tacuche; y por supuesto el indispensable grupo de rock, justo para esos maravillosos requintos. Un Director animado nos invitaba a seguir el ritmo con las palmas, y hasta la arritmia de la vecina de butaca pasó por alto ante tanto buen humor. De la mano de la Filarmónica del IPN fuimos del rockabilly en "Crazy Little Thing Called Love" hasta el gospel de "Somebody To Love".

Fue su culpa el que regresaran tres veces, nos complacieron y les pedimos más y más; sonrientes, volvieron a interpretar "We Will Rock You", levantando palmas, golpeando el piso con los pies, moviendo sus cabezas, como nunca los hemos visto, en ningún otro protocolo musical y nos mostraron que; la Filarmónica Rocks.

02 septiembre 2007

Changing rooms o con la casa a cuestas...

Los cambios siempre emocionan, así que estoy emocionada. Este caracol se muda con todo y casa a cuestas (bueno, casi) para aquellos que me conocen y saben que soy un ratón coleccionador sabrán que es literal. Me llevo todo: lazos, amistades, recuerdos buenos, malos; libros y fotos, no puedo evitar ponerme nostálgica. Al mismo tiempo estoy nerviosa, enfrente hay algo desconocido, siento aprensión. Espero dar el ancho. Espero dar lo mejor. Espero hacerlo bien.

Es esta una oportunidad de recomenzar, no desde cero porque entonces no habría aprendido nada, no significa que rompa con mi pasado, en absoluto; significa que debo tomarlo y llevarlo conmigo, finalmente mi casa soy yo y va conmigo. Me acompañan mis puertas y ventanas, mi jardín, mi fuente, mis muebles y mis cuadros. Solo vamos a redecorar el cuarto.


"Spread your wings and fly away

Fly away, far away

Spread your little wings and fly away

Fly away, far away

Pull yourself together

'Cos you know you should do better

That's because you're a free man"

11 agosto 2007

Alondra

Alondra sale de casa, dobla la esquina y baja por la escaleras. Ventajas de vivir cerca de una estación del metro. En dos segundos ya tiene el periódico del día en la mano. Esquiva un par de atocinadas mujeres. Un escolar casi choca con ella de frente. Escuincle baboso. Dobla a la derecha, desciende de nuevo, ahora en contra de la corriente humana que no va, sino viene. Golpe avisa. Por cada empellón que recibe ella propina tres. Ahora espera. Se impacienta. Llegará tarde. Se recuerda que el estrés le hace daño y decide tomarlo con filosofía. Adopta cara de indiferencia, el espejo de todos los demás. Más y más gente llega a esperar el transporte. El aire se condensa. Pesa. El tren de enfrente se marcha y una ligera corriente de aire le refresca. Y entonces lo ve. Un instante basta para que las miradas se crucen, se interroguen, se reconozcan, se pertenezcan. Comunión de almas. Fin de la búsqueda. El sutil puente es destrozado por la brusca llegada del público y el ciempiés humano que sube y baja de los vagones. Punzante ansiedad. Esperar o correr al encuentro. Tomar o dejar pasar. Agonía. Al quedar la estación libre, un par de ojos desesperados la buscan, en vano. Alondra también subió. No tuvo remedio. Llegaría tarde a trabajar. En esta ciudad no hay tiempo para el amor.

16 julio 2007

Oratoria

Odiaba hablar en público, el monstruo de mil cabezas, su temor más grande, el más terrible. De espíritu combativo, había vencido al dragón una y otra vez, a tal punto que la bestia se doblegó, ahora incluso, le obedecía y eso le ayudó en la escuela, en el trabajo. De ayudante pasó a jefe, a gerente, a director, a presidente. Toda una vida de lucha, pero en esta ocasión, se encontró inexplicablemente ansioso, nervioso, como la primera vez...no vaya a ser que la cálida humedad... lanzó una rápida mirada a su pantalón –Todo en orden- y comenzó su discurso.

Lupita

Con el polvo en los tacones Lupita caminaba trabajosa y lentamente ocultando bajo el brazo, el bulto redondo cubierto con el chal. Iba con la cara desencajada, gesto raro en aquella mujer que acostumbraba hablar sola y cantarle a las aves y que, aún guardaba el brillo en esos ojos hundidos y nublados por el tiempo, y la sonrisa de satisfacción que da una vida bien vivida y la sabiduría acumulada. Un ruido de cascos se aproximó, la figura uniformada limpia y elegante de un general se interpuso entre ella y el sol: -Buenos días, ¿hacia donde se dirige? y, ¿Qué lleva bajo el brazo?- Lupita se turbó, el paquete que traía bajo el brazo podía ser bastante inusual y sospechoso.

A Asunción le habían aplicado la ley fuga, fue capturado en una redada donde más de la mitad de aquellos centauros norteños fueron hechos prisioneros. Cuando el cuerpo llego a sus manos, Lupita no podía tener la certeza de que fuera su esposo, ¿Cómo iba a reconocer un montón de huesos?, solo resignación, y se dispuso filosóficamente a arreglar todo para el velorio y el funeral –Habrá que avisarles a todos los parientes, tendré que decirle a Lolita que me ayude con el champurrado y el café, conseguir las flores, la música, la comida- suspiró con una mano cubriéndole parcialmente la boca, en un gesto vulnerable, como niña pequeña, que intenta detener el asombro con la mano.
Es comprensible que con tantas cosas por hacer y con la edad, las cosas se empiecen a olvidar, así que cuando Lupita ya estaba llegando al cementerio se acordó. Lo más rápidamente que su edad le permitió regresó a su casa, ante el desconcierto justificado de todos los demás -¿A dónde va la viuda?- se encogieron de hombros, con esa mujer todo es posible.

-Así es que, oficial, usté, no lo va a creer. Voy camino del panteón, le vamos a dar santa sepultura a mi marido, pero verá, siempre he creído que los muertos no se van, solo cambian su manera de estar así que ayer todavía después del velorio me quedé platicando con él hasta muy entrada la noche y el sueño me venció, así que tuve que regresar a mi casa por esto:-
Separó el chal. El oficial se sobresaltó, luego sonrió: -Ande pues, no la entretengo más- y mientras se alejaba- Y procure tener más cuidado, enterrar esqueletos incompletos y transportar cráneos es poco cristiano-

06 julio 2007

Domingo, amanece, buen día. Ventanas, cortinas, sol que inunda, día soleado, afuera: verde, jardín, pasto, crecido, más que pasto, maleza, selva, podar, necesario, tijeras, pasto, aquí y allá, snip, snip, calor, sol, sudor, gotas, frente, pecho, espalda, cansancio, insolación, escucha: pasos, pasos, acera, cerca, más cerca, se alejan, snip, snip, snip, snip, ¿descanso?, no, verde, acero, cortes, rápidos, rápido, insectos, humedad, lombrices y cochinillas, muchas, sudor, tierra, sol, abrasa, sol, quema, verde, verde, pica, atento, pasos, pasos, idea, infantil, matar, aburrimiento, espera, aguarda, agazapa, espera... ¡ahora!, salta, snip, snip, grita.
Domingo, sobresaltado, grito, desesperado, grito, asustado, aterrorizado. ¡Ayuda!, ambulancia, paramédicos, tarde, muy tarde. Sol, desciende, sábana, cubre, broma, pesada, corazón, débil, muere, del susto.

27 mayo 2007

Ambientes

Como muchos otros ando vuelta loca con Caza de letras el proyecto de reality literario de la UNAM, y para sacarme la espinita y empezar con un poco de autodisciplina, decidí hacer algunos de los ejercicios que les proponen. Obviamente ninguno de ellos puede ser comparado con; sin embargo sí agradeceré y con mucho cualquier observación, comentario y correción. Para todo aquel que lea, gracias.

CERRADO
Un haz de luz es suficiente, encuentro mi sitio. Olor a mohín y lavanda. Solo escucho mi propia respiración, y a veces un pequeño crujir de la madera, ¿Polillas?, quién sabe. Quieto, muy quieto, gotas de sudor perlan mi frente, rápidamente son absorbidas por los fantasmas que se esfuman de día, algunos son pegajosos, otros suaves, y los más, ásperos y acartonados. Me alivia saber que mi estancia será breve, la que después de todo no es tan mala. Se me ocurre más de un pretexto para acabar aquí. Me siento seguro al contacto frío y en otras partes tibio, tan ceñido a mí, que aleja la angustia de vigilarse la espalda constantemente, aunque ahora lo único que debo vigilar es esa rendija de luz.

ABIERTO
Siempre pensó que el viento en la cara era el idioma de Dios. Por eso le gustaba esta ciudad, aunque a veces el viento podía ser gélido y temperamental; el viejo cascarrabias le había arrancado un par de gorros y asesinado varias macetas, ahora amenazaba con hacer volar sus medias. Negros nubarrones se acercaban por el horizonte y su sensor capilar, el automático ensortijamiento de su cabello, evidenciaba las primeras gotas por llegar. Suspiró y esbozó una sonrisa, detestaba el olor a humedad que de seguro quedaría en su ropa remojada, se acercó a la orilla y se sentó en el borde, generosos rayos de sol aún iluminaban una que otra casa. La cortina de sus cabellos se corrió. Gracias, Eolo.

12 mayo 2007

BD Reporter (Desde México)


Sorpresa. Emoción. Aprendizaje. Ocio. Todo en un solo verbo: viajar. He dejado claro (con mis neurosis diarias) lo aprensiva que puedo ser, un viaje tiene altas posibilidades de ser caótico y estresante si algún osado(a) decidiera hacerme segunda, y sin embargo ha habido pruebas de que aparentemente y a pesar de todo no soy tan mala compañera de aventuras (eso o me han tenido mucha paciencia)

Y es que quisiera aprehender todo, recordarlo todo, con lujo de detalles, sintiendo el viento helado en la cara, el sol que no calienta, escuchando bulliciosos franceses, y por supuesto comiendo pato con vino tinto contigo otra vez. Tomar mil y un fotografías y capturar la esencia (mmm... ¿vampiro quizás?) y traerla conmigo, hacerla mía, integrarla, mimetizarla.






Pero no seré ni la primera ni la última, muchos antes y muchos después emprenderán ruta. Las experiencias son muchas, los destinos también. Los lugares pueden caer en el olvido, tu olvido, el desconocimiento de los demás, hasta que un "BD reporter" haga su aparición. Estos extraños personajes se dedican a la "engorrosa" tarea de trotar mundo, pero, a diferencia de aquellos que vamos armados con cámara (perdón por autoasumirme reportera) cuentan con herramientas más sofisticadas: papel y lápiz. Su método: dibujar. Viajan, observan, comen, viven y sueñan, una mañana aquí y otra allá. Los pretextos van desde documentar búsquedas internas y las anheladas vacaciones hasta empresas arqueológicas y constancias de eventos: mundiales, olimpiadas, costumbres, rarezas culinarias, pero también conflictos sociales y aquí el comic puede ser incluso más impactante que ver el noticiero o leer el periódico, porque además de los crudos hechos cuenta con el sútil sello del autor, estamos a disposición de lo qué nos quiera presentar y cómo ha de mostrarlo, es más íntimo, pues, y en la intimidad somos más susceptibles. Si un BD-reporter hace bien su trabajo podrá, incluso, aspirar a un Pullitzer, aunque dudo que sea lo que más les preocupe. A mí por ejemplo no me preocupa no saber dibujar, pero nada más por no quedarme con la espinita...


08 mayo 2007

De moretones y raspones...

En el hombre prevalece el deseo de conquista, de decir "si puedo" para reafirmar su capacidad, su habilidad. Y es así que se ha lanzado alegremente a llegar a todos y cada uno de los rincones del mundo, ni los Polos, ni las más grandes profundidades del océano o del espacio (bueno aún quedan bastantes de estas últimas, pero en eso estamos) se han librado de su presencia.

Lógico es que también quisiera alcanzar las alturas a pie y someter a la montaña, o a la roca. Y algo de esa primitiva (?) sensación debemos tener todavía rondando por nuestros genes. De otra manera no me explico por qué me gusta escalar.

Y es que estoy en calidad de piltrafa humana, los hombros quemados pronto empezarán a pelarse, las rodillas parecen moronga de tanto moretón, y afortunadamente a diferencia de otras ocasiones ahora si puedo tomar una pluma y escribir porque no me duelen los antebrazos. El colmo fue una quemadura por rozamiento que me descubrí en la espalda... ¿A qué hora sucedió? Debí estar en trance hipnótico pues no recuerdo como obtuve semejantes "heridas de guerra", que además no deben ser nada sexys para mi novio, pero pues ni modo, ya inventaré algo (Medias negras ¿tal vez? mmm...)

Escalar me hace sentirme diferente, tal vez esta sea una idea muy egocéntrica de mi parte, lo consideró como una "de esas cosas" que me caracteriza, además de ser obstinada y quererme complicar la vida de a gratis. Y debo admitir que me da pánico escénico, pero precisamente por eso me es tan estimulante, siempre que estoy enfrente de la roca, me dan ganas de echarme pa'tras, entonces me trepo de un salto (bueno, en sentido figurado, me refiero "con muchas ganas" sino me rompo la mollera) y empiezo la ascensión.

Y no miento cuando digo que estoy casi en trance hipnótico, por eso ni las quemadas, ni las rozadas, ni las moreteadas me hacen efecto inmediato, pues mi atención y energía están puestas solo en una meta: subir. Y la sensación de logro... es simplemente genial. Cuando estás arriba "te cae el veinte" de que no depende de nadie más que de ti mismo el que cumplas tu objetivo y además de que no estás solo, pues dependes de tus compañeros y la confianza que tengas en ellos (en general y en sus capacidades y habilidades) , tan así que si estás "yoyeando" tu vida pende de un hilo, bueno, de una cuerda para ser más exactos y de que tu compa no esté pajareando.

Dicho lo cual y a riesgo de continuar y que esto parezca post de Miguel Ángel Cornejo, me voy a dormir, no sin antes ponerme pomadita de arnica pa'los moretones y Vitacilina (¡A qué buena!... ¡Maldita televisión!) pa'l ardor.