08 mayo 2007

De moretones y raspones...

En el hombre prevalece el deseo de conquista, de decir "si puedo" para reafirmar su capacidad, su habilidad. Y es así que se ha lanzado alegremente a llegar a todos y cada uno de los rincones del mundo, ni los Polos, ni las más grandes profundidades del océano o del espacio (bueno aún quedan bastantes de estas últimas, pero en eso estamos) se han librado de su presencia.

Lógico es que también quisiera alcanzar las alturas a pie y someter a la montaña, o a la roca. Y algo de esa primitiva (?) sensación debemos tener todavía rondando por nuestros genes. De otra manera no me explico por qué me gusta escalar.

Y es que estoy en calidad de piltrafa humana, los hombros quemados pronto empezarán a pelarse, las rodillas parecen moronga de tanto moretón, y afortunadamente a diferencia de otras ocasiones ahora si puedo tomar una pluma y escribir porque no me duelen los antebrazos. El colmo fue una quemadura por rozamiento que me descubrí en la espalda... ¿A qué hora sucedió? Debí estar en trance hipnótico pues no recuerdo como obtuve semejantes "heridas de guerra", que además no deben ser nada sexys para mi novio, pero pues ni modo, ya inventaré algo (Medias negras ¿tal vez? mmm...)

Escalar me hace sentirme diferente, tal vez esta sea una idea muy egocéntrica de mi parte, lo consideró como una "de esas cosas" que me caracteriza, además de ser obstinada y quererme complicar la vida de a gratis. Y debo admitir que me da pánico escénico, pero precisamente por eso me es tan estimulante, siempre que estoy enfrente de la roca, me dan ganas de echarme pa'tras, entonces me trepo de un salto (bueno, en sentido figurado, me refiero "con muchas ganas" sino me rompo la mollera) y empiezo la ascensión.

Y no miento cuando digo que estoy casi en trance hipnótico, por eso ni las quemadas, ni las rozadas, ni las moreteadas me hacen efecto inmediato, pues mi atención y energía están puestas solo en una meta: subir. Y la sensación de logro... es simplemente genial. Cuando estás arriba "te cae el veinte" de que no depende de nadie más que de ti mismo el que cumplas tu objetivo y además de que no estás solo, pues dependes de tus compañeros y la confianza que tengas en ellos (en general y en sus capacidades y habilidades) , tan así que si estás "yoyeando" tu vida pende de un hilo, bueno, de una cuerda para ser más exactos y de que tu compa no esté pajareando.

Dicho lo cual y a riesgo de continuar y que esto parezca post de Miguel Ángel Cornejo, me voy a dormir, no sin antes ponerme pomadita de arnica pa'los moretones y Vitacilina (¡A qué buena!... ¡Maldita televisión!) pa'l ardor.



1 opinan:

La Jetzucha dijo...

Pues todo es parte de la ascensión. El subir a lo alto pa' ver el sol o para rociarse de divinidad.

Lo chido de la escalada, es que hay un momento cero , es decir, dices aquí empiezo y allí termino, algo que no se puede hacer en la vida tan fácilmente : (

Y además llegar no depende de tu dinero (salvo si contratas un helicoptero o un afroamericano mamadón que te suba en su espalda), ni de tu clase social, ni de que si tienes o no esposo, ni de tu religión. Depende de tí y de la naturaleza, la unidad más simple y más perfecta, no hay más.

Chido que le ha ido bien, además con lo remula que es usted, cómo no iba a llegar

je je je