16 julio 2007

Oratoria

Odiaba hablar en público, el monstruo de mil cabezas, su temor más grande, el más terrible. De espíritu combativo, había vencido al dragón una y otra vez, a tal punto que la bestia se doblegó, ahora incluso, le obedecía y eso le ayudó en la escuela, en el trabajo. De ayudante pasó a jefe, a gerente, a director, a presidente. Toda una vida de lucha, pero en esta ocasión, se encontró inexplicablemente ansioso, nervioso, como la primera vez...no vaya a ser que la cálida humedad... lanzó una rápida mirada a su pantalón –Todo en orden- y comenzó su discurso.

Lupita

Con el polvo en los tacones Lupita caminaba trabajosa y lentamente ocultando bajo el brazo, el bulto redondo cubierto con el chal. Iba con la cara desencajada, gesto raro en aquella mujer que acostumbraba hablar sola y cantarle a las aves y que, aún guardaba el brillo en esos ojos hundidos y nublados por el tiempo, y la sonrisa de satisfacción que da una vida bien vivida y la sabiduría acumulada. Un ruido de cascos se aproximó, la figura uniformada limpia y elegante de un general se interpuso entre ella y el sol: -Buenos días, ¿hacia donde se dirige? y, ¿Qué lleva bajo el brazo?- Lupita se turbó, el paquete que traía bajo el brazo podía ser bastante inusual y sospechoso.

A Asunción le habían aplicado la ley fuga, fue capturado en una redada donde más de la mitad de aquellos centauros norteños fueron hechos prisioneros. Cuando el cuerpo llego a sus manos, Lupita no podía tener la certeza de que fuera su esposo, ¿Cómo iba a reconocer un montón de huesos?, solo resignación, y se dispuso filosóficamente a arreglar todo para el velorio y el funeral –Habrá que avisarles a todos los parientes, tendré que decirle a Lolita que me ayude con el champurrado y el café, conseguir las flores, la música, la comida- suspiró con una mano cubriéndole parcialmente la boca, en un gesto vulnerable, como niña pequeña, que intenta detener el asombro con la mano.
Es comprensible que con tantas cosas por hacer y con la edad, las cosas se empiecen a olvidar, así que cuando Lupita ya estaba llegando al cementerio se acordó. Lo más rápidamente que su edad le permitió regresó a su casa, ante el desconcierto justificado de todos los demás -¿A dónde va la viuda?- se encogieron de hombros, con esa mujer todo es posible.

-Así es que, oficial, usté, no lo va a creer. Voy camino del panteón, le vamos a dar santa sepultura a mi marido, pero verá, siempre he creído que los muertos no se van, solo cambian su manera de estar así que ayer todavía después del velorio me quedé platicando con él hasta muy entrada la noche y el sueño me venció, así que tuve que regresar a mi casa por esto:-
Separó el chal. El oficial se sobresaltó, luego sonrió: -Ande pues, no la entretengo más- y mientras se alejaba- Y procure tener más cuidado, enterrar esqueletos incompletos y transportar cráneos es poco cristiano-

06 julio 2007

Domingo, amanece, buen día. Ventanas, cortinas, sol que inunda, día soleado, afuera: verde, jardín, pasto, crecido, más que pasto, maleza, selva, podar, necesario, tijeras, pasto, aquí y allá, snip, snip, calor, sol, sudor, gotas, frente, pecho, espalda, cansancio, insolación, escucha: pasos, pasos, acera, cerca, más cerca, se alejan, snip, snip, snip, snip, ¿descanso?, no, verde, acero, cortes, rápidos, rápido, insectos, humedad, lombrices y cochinillas, muchas, sudor, tierra, sol, abrasa, sol, quema, verde, verde, pica, atento, pasos, pasos, idea, infantil, matar, aburrimiento, espera, aguarda, agazapa, espera... ¡ahora!, salta, snip, snip, grita.
Domingo, sobresaltado, grito, desesperado, grito, asustado, aterrorizado. ¡Ayuda!, ambulancia, paramédicos, tarde, muy tarde. Sol, desciende, sábana, cubre, broma, pesada, corazón, débil, muere, del susto.