25 junio 2006

Cuentos ¿De hadas?


Hasta que la muerte los separe...
Y Romeo murió envenenado por la comida de su mujer, la rencorosa Julieta no podía perdonar el engaño con Teobaldo.

En el agujero del conejo...
Como veía que tardarían en buscarla, Alicia supo que tendría que inventarse una fantasía para pasar el rato.

Sueños de belleza...
El patito feo murió ese invierno. Y llegó al paraíso, donde seguía siendo el feo.

La indecisa...
Y La Sirenita no se casó con el príncipe, porque en un paseo por el bosque vio un centauro. Luego fue a buscar a la bruja y ya saben lo demás.

La Fiestera...
Y sucedió que de tanto asistir a bailes le salieron juanetes, así cuando llegó el momento de medirse la zapatilla de cristal, esta no le quedó.


Estas reversiones (algunas parecen perversiones) surgen del taller literario del mismo nombre en el sitio de Alberto Chimal http://www.lashistorias.com.mx/blog/

4 opinan:

Anónimo dijo...

Tan bien chidas las perversiones, ja ja ja, qué bueno que las escribiste ya que muchos siempre pensamos en deformar (somos los grandes deformadores)lo que esta escrito, es el cover del mundo de las letras, es la apropiación de las hadas.

Por cierto, ¿dónde obtiviste las imágenes?

ñojitzu dijo...

Jeje, me alegra que te hayan gustado, la verdad fue bien divertido escribirlas.

De las imagenes, primero responde: ¿Que es lo que ves? ¿Duendes? ¿Hadas? ¿Insectos? ¿Buenos o malos? ¿Que están haciendo? ¿Son agradables o desagradables las imagenes? ¿Que te provocan?Y a vuelta de correo tu perfil psicológico. Que fue precisamente de donde las obtuve, de un test. ;)

Anónimo dijo...

Hola Ñojitzu, te envío para tu colección este texto de Kafka, a mi modo de ver, una de las mejores definiciones de qué es literatura:

La verdad sobre Sancho Panza

Sancho Panza, que por lo demás nunca se jactó de ello, logró, con el correr de los años, mediante la composición de una cantidad de novelas de caballería y de bandoleros, en horas del atardecer y de la noche, apartar a tal punto de sí a su demonio, al que luego dio el nombre de don Quijote, que éste se lanzó irrefrenablemente a las más locas aventuras, las cuales empero, por falta de un objeto predeterminado, y que precisamente hubiese debido ser Sancho Panza, no hicieron daño a nadie. Sancho Panza, hombre libre, siguió impasible, quizás en razón de un cierto sentido de la responsabilidad, a don Quijote en sus andanzas, alcanzando con ello un grande y útil esparcimiento hasta su fin.

ñojitzu dijo...

Traveler:
Tan fácil como recurrir a nuestras clases de pintura de Bob Ross y dibujar todo un paisaje para o alrededor del árbol, o una feliz ardilla.
¡Chispas! Pareciera que estoy deprimida por lo que escribo pero la verdad, fue bastante divertido buscarle el lado negro a los cuentos de hadas. :)

Daniel:
Gracias por la útopica visita, y por el regalo ;) Mi alter ego tal vez no sea tan benévolo.