17 abril 2006

Por debajo de la mesa

Hombres y mujeres somos iguales (bueno casi, sino que chiste). Pero como fémina no puedo negar que es halagador que le inviten a una, por eso cuando salía con el objeto de mis desvelos y cada quien pagaba su parte había voces de: ¡igualdad! ¡libertad! ¡fraternidad! y otras replicaban: ¡codo! ¡pichicatero! Y venía el Electra’s complex, pues mi “papi” nunca ha escatimado con nosotras; pero... me han desengañado. Cuando mis progenitores eran jóvenes y bellos y “estudihambres” mamá le completaba a papá para el café, chocolate u lo que fuera, ¡claro! por debajo de la mesa, ¡Había que guardar las apariencias!