29 julio 2006

This boots are made for walking

Yo no aplico aquello de “Antes muerta que sencilla”, si ya sé, no hay como unos zapatos de tacón con los que las chicas se ven mejor, iconos de las pasarelas, fetiches favoritos de muchos, enajenación de príncipes con zapatillas de cristal, o acaso ¿han escuchado de alguna princesa en tenis?, desafortunadamente no.

Pues tengo una confesión: admiro a todas aquellas que arriesgan sus tobillos día con día en el trajinar cotidiano y después de trabajar, recoger niños, ir al mandado y muchas cosas más llegan a casa a sobarse los juanetes, sí señor. Y es que para mi es preferible comodidad que vanidad, simplemente no podría someter a mis pies a semejante tortura diaria, por muy símbolo de la femineidad que esta sea (Aunque irónicamente los primeros en usar tacones fueron hombres).

Y sin embargo, una vez al año no hace daño, así que ayer me vestí un par de botas con tacón alto, pero tan acostumbrada como estoy a zapato bajo siempre piso con el talón, y en una irregularidad de la banqueta el tacón salió volando, lo primero fue voltear a ver si nadie me había visto y dignamente recoger el pedazo de zapato; tomarlo con calma y caminar de regreso a casa, aquellos que me toparon en el camino no pudieron menos que observar una sonrisa en mis labios mientras pensaba si alguna vez se pondrían de moda los tacones invisibles, invisibles como el traje del emperador.

1 opinan:

La Jetzucha dijo...

Je je je, ciertamente un tacón perdido es una de las pruebas de iniciación de toda mujer, je je je. Un día Anatole France mencionó que tal vez la inclinación del pie causada por el tacón, sería probablemente para ser más inteligentes.... si no más inteligentes, al menos sí más sonrientes...

Me gustó su post reina! y recuerde que la cosas se pueden decir de tacón o de huarache, pero la neta, el huarache es lo más cómodo.

Como va eso de "el gusto se rompe en géneros, en pavimentos tacones... y en camas virginidades"